El lector RFID es capital para que la tecnología informática descifre las ondas de radio que proceden de los tags y podamos interpretarla adecuadamente. Por ello, en este post queremos explicar todo lo que hay que saber sobre este tipo de dispositivos profesionales y que usos tiene.

Función principal de un lector RFID

La tecnología RFI nos da la posibilidad de interpretar datos procedentes de tags a larga distancia gracias al uso de una base de datos o un ordenador. Concretamente, este tipo de dispositivos nos abren la puerta a una gran variedad de prestaciones para identificar, trazar y localizar cualquier tipo de producto con la máxima comodidad y confort.

A través de un conjunto de antenas RFID, el lector emite ondas de radio en una frecuencia determinada, las cuales son las encargadas de dar la señal necesaria para que los tags puedan comunicarse con un ID serializado. El papel de crear el mensaje corre a cargo de la antena RFID que, a su vez, puede hacerlo en un formato de campo electromagnético.

Posteriormente, los datos llegan al lector que es el encargado de darles una forma e integrarlos en la aplicación. Este conjunto de tareas, junto con el resto de los componentes de un sistema RFID, son los que permiten conseguir un proceso de comunicación que sea eficaz. A la hora de poner en marcha un sistema de estas características, debemos comprender que existen muchas frecuencias y potencias diferentes. Por lo tanto, hay que verificar que tanto las etiquetas como el lector trabajen con la misma frecuencia.

Ventajas principales

Una vez tenemos claro el funcionamiento de un lector RFID y del resto de sus componentes es importante que entendamos todos los beneficios de esta tecnología. Por un lado, cuenta con una gran capacidad de almacenamiento de datos. En este sentido, tendremos la posibilidad de trabajar con un gran volumen de información. Sin embargo, esto no significará un desorden en el plano logístico.

Las etiquetas convencionales dan un mismo número a todos los productos, lo que impide realizar una trazabilidad individual y personalizada. En el caso de los sistemas RFID, las etiquetas son serializadas. De esta manera, aportará una gran precisión en la lectura de los datos. Además, esta tecnología permite leer a varios metros de distancia, sin contar con una línea directa de visión y con hasta uno o varios objetos de por medio.

Por su parte, la larga vida útil y la capacidad para adaptarse a una gran variedad de condiciones ambientales de estos dispositivos son aspectos muy a considerar. De hecho, el polvo o la suciedad no son un problema para interpretar las etiquetas.

La comodidad y la velocidad son otras de sus características principales. No es necesario sacar los artículos del envoltorio, por lo que no se romperá ningún producto en este proceso. Asimismo, la información está protegida en todo momento y no requiere enfocar directamente a ninguno de los objetos para ser leído.

También cabe destacar que los lectores RFID tienen la capacidad de leer hasta 25 veces más rápido que un código de barras. Los datos son transmitidos al ordenador rápidamente e integrados a través de un software de control.

De este modo, será posible conocer mucha información de interés para nuestro negocio como, por ejemplo, aquellas colecciones que más se están vendiendo, de modo que facilitará la toma de decisiones y la optimización de nuestro catálogo.

Como conclusión, un lector RFID juega un papel fundamental dentro del propio sistema y permite controlar dónde se encuentra cada uno en el plano logístico. También posibilita disponer de una cadena de suministro mucho más eficiente, lo que mejora los resultados del negocio. Por todo ello, esta tecnología resulta realmente útil en diferentes sectores como el retail, ya que genera un enorme valor para nuestra empresa en todo momento.

Usos de los lectores tag

Los Lectores tag tiene múltiples usos en la actualidad. Están presentes en llaves de automóvil, control de accesos en edificios de oficinas y empresas, seguimiento y control de objetos, presentes en productos de ropa en tiendas de moda, kioskos automáticos, para el seguimiento de libros en bibliotecas, en la identificación y control de palets y un largo etcétera de artículos cotidianos.

Como podemos apreciar, hay varias utilidades para un lector RFID. Para que la comunicación sea eficaz, debemos asegurarnos de que lector y etiquetas funcionen a la misma frecuencia. En Seguridad JCH ofrecemos todo tipo de sistemas de seguridad integrales para el Control de Accesos adaptables a cada necesidad. Desde lectores de tarjetas chip hasta lectores tag, biométricos, térmicos, etc. para diferentes usos y necesidades.

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